Por Julissa Rivera

miércoles, 28 de septiembre de 2011



NO, todo apuntaba que a él no le importaba en lo más minimo la existencia de los demás. Tal vez ni siquiera le interesaba su vida propia.
Él era el frío, el desinteresado, el que no sonreía, el quen no tenía pasatiempo, ni gustos, ni una familia, ni una vida.
Si un autobús le hubiera arroyado, si se cayera de la terraza, si se atragantara con una pieza de pollo, si el muriera...
Si yo muriera, decía, nadie lo notaria siquiera
Hablaba muy poco. Casi nada, podía hasta olvidarse de su propia voz. En una ocasión no habló durante dos semanas hasta que el cajera del supermercado le dijo ¿Encontró todo lo que buscaba? y el dijo
El era el serio, el que no le gustaba el ruido, el metódico, el que es aburrido, el no cuenta chistes ni se ríe de ellos, el era Frank.

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